El cemento portland blanco tiene propiedades de resistencias que pueden ser iguales o superiores a los cementos grises. La diferencia con cemento gris se encuentra en las materias primas que no deben contener hierro; en lugar de usar arcillas comunes, se deben usar caolines que son arcillas especiales mucho más caras y sin hierro.
Como el hierro hace de fundente en la calcinación de la piedra caliza para fabricar cemento, el proceso de cemento blanco requiere mayor temperatura para formar el clinker que cuando se prepara cemento gris. Este mayor consumo de energía hace más costosa la elaboración del cemento blanco respecto al gris.
Pero la mayor diferencia con el cemento gris es obviamente su color blanco, lo cual permite diseños de materiales que no se pueden alcanzar con cemento gris. En el caso del hormigón de cemento blanco, se lo conoce como hormigón arquitectónico que permite destacar la obra por su blancura. Mientras que la terminación de la superficie o textura, cuando se utiliza cemento blanco en revoques, pisos, premoldeados y hormigones, resultan mucho más apreciadas que la misma hecha con cemento gris y pintada.
Estos diseños con cemento blanco aprovechan ventajas para la luminosidad natural de los ambientes, como también en las propiedades térmicas de rechazar el calor.
